lunes, 26 de noviembre de 2018

NO ESTÁN A LA ALTURA

La Conmebol con Alejandro Domíguez (presidente) a la cabeza demostró, una vez más, que no están capacitados para organizar eventos de esta magnitud. No respetan al hincha y sólo defienden sus intereses.


Los problemas con esta final ya empezaron en el partido de día y se agravaron en la revancha. En la Bombonera esperaron casi hasta el horario del partido para suspenderlo cuando ya desde temprano se podría haber suspendido por el agua que había caído y que se sabía que iba a seguir cayendo. Pero les importó más poder estirarlo todo lo posible y encontrar alguna forma de jugarlo ese día porque el mundo los estaba viendo.

Aunque ese hecho es minúsculo comparándolo con lo que hicieron en el Monumental. El micro de Boca fue agredido en Av. Libertador y Lidoro Quinteros produciendo lastimaduras en más de un jugador del plantel conducido por Guillermo Barros Schelotto. Apenas la delegación pisó el estadio el partido debió ser suspendido ya que las condiciones no estaban dadas para que se juegue. Porque no importa si era Pablo Pérez, Gonzalo Lamardo o un allegado el que había sufrido las lesiones, ya todo se había desvirtuado y la cabeza tanto de ellos, como de los rivales y de los hinchas estaba en otro lado y no en el partido que se tenía que disputar a las 17.

Pero no conforme que se les suspenda otro partido y vuelvan a quedar expuestos obligaron en más de una oportunidad al Xeneize a que salga a jugar. Les dijeron a los jugadores qué era lo que se tenían que poner y que a las 18 tenían que salir a la cancha. Médicos propios daban informes diciendo que Pablo Pérez tenía un corte en uno de los brazos nada más y que podía jugar. Hasta mandaron a los árbitros a que realicen la entrada en calor para que finalmente el encuentro comience a las 19:15 o como muy tarde a las 19:45.

Carlos Tevez y Fernando Gago tuvieron que salir a los medios a decir que no estaban en condiciones de disputar el partido para que la Conmebol termine aceptando y postergando el partido para el otro día a las 19 primero y finalmente decretando que se iba a jugar a las 17. Ante esto redactaron una nota en la cual, entre otras cosas, las tres partes se comprometían a jugarlo el domingo siempre y cuando estén los dos equipos en igualdad de condiciones.

Cualquier persona que tenga un poquito de sentido común sabía que no se iba a poder jugar porque Pablo Pérez no iba a estar al 100% y no tenía porqué perderse el Superclásico cuando la lesión fue provocada por "hinchas" en el traslado de su equipo al Monumental. Pero la Confederación Sudamericana de Fútbol si algo no tiene es sentido común y su presidente le confirmó mediante llamada telefónica a Rodolfo D'Onofrio que el partido se iba a disputar, por eso que River abrió las puertas a las 13 horas.

Boca indignado ante esta situación comunicaba que Guillermo Barros Schelotto iba a brindar una conferencia de prensa en la cual hay dos versiones distintas sobre lo que iba a decir: que iban a disputar el partido bajo protesta o que directamente no se iban a presentar. Ante esto Alejandro Domínguez se anticipó para no quedar mal parado ante el mundo y casi a las 14 decidió postergar el partido cuando sabía que la gente de River ya estaba en la cancha o llegando a la misma.

A toda la dirigencia de la Conmebol le queda muy grande el cargo que en estos momentos se encuentran ocupando. No tienen sentido común y lo único que buscan es despegarse ellos de cualquier situación, cómo quedan ante el mundo y las ganancias que pierden o ganan pero lo que pasa con el hincha poco les importa.

Por: Matías Muñoz
@MatiSeba93



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