lunes, 26 de noviembre de 2018

OPERATIVO CÓMPLICE

Todas las fuerzas de seguridad (Gendarmería, Prefectura, Policía Federal, Policía de la Ciudad y Tech Security SRL) que ayer debieron proteger al hincha, a los jugadores, dirigentes y allegados para que se juegue el partido entre River y Boca por la vuelta de la final de la Copa Libertadores son los principales responsables de lo que ocurrió.


Si sos de River y no tenés la posibilidad de ir a la cancha cada vez que le toca hacer de local te pueden vender otra cosa ni que hablar si sos de Boca o de cualquier otro equipo, pero al que va siempre y pasa por esa zona no nos pueden engañar. Históricamente el micro y el público visitante, cuando había, entran por esa zona (Av. Libertador y Lidoro Quinteros). La diferencia con el resto de los partidos es que ese lugar está fuertemente custodiado por la Seguridad cosa que ayer no estaba. No había nadie, era zona liberada. No dejan que se acerque ningún hincha de River cuando el micro se acerca, pero ayer dejaron que estén encima de él. Cosa que para hoy ya había cambiado. Estaba vallado desde temprano y lleno de efectivos que decían “nosotros ayer estábamos e hicimos nuestro trabajo” y la gente que pasa siempre por ahí y que el día anterior había pasado a la misma hora le respondía “no mientan porque acá ayer no había nadie”.


Pero la complicidad no estuvo ahí nada más. Los controladores de entrada dejaron pasar a todo el mundo. El que tuvo la posibilidad de ir a una cancha sabe que con los celulares te escanean la entrada para saber si no es falsa. Cuando llegan a esa instancia y el celular no habilitaba el pase le preguntaban “¿dónde retiraste la entrada?” a lo que hincha respondía “en la boletería” entonces la resolución era “bueno, pasa”, esto pasó sobre la Av. Figueroa Alcorta, mientras que sobre la Av. Udaondo la seguridad no pudo contener a un grupo de hinchas sin entradas que empezó a correr, les tiró las vallas y se metió al estadio. Pero al que terminaron multando por exceso en la capacidad de gente que ingresó al club fue a River, si bien el reglamento dice que es el responsable, poco tiene por hacer cuando paga un operativo y este no controla absolutamente nada.


La salida fue una figurita repetida con un agravante. No sé cómo es en el resto de las canchas pero en el Monumental cuando salís de ver el partido te dejan a la buena de Dios, porque todo el operativo hace fila para entrar al club a cobrar lo que le corresponde y que el hincha se las arregle. Ayer pasó eso, como estaba suspendido se desligaron todo pero en los alrededores estaba lleno de “personas” sin entradas que le afanaban las mismas más los objetos personales a los que salían y ante esta situación se vieron obligados a actuar. El resultado de todo esto fue las corridas que se produjeron en el estadio ya que los que salían y veían esto volvían a entrar y que muchos que hicieron un esfuerzo enorme para comprar el ticket no lo tengan más.


Las hipótesis son muchas. La primera y la que más fuerza corre es que como un sector de la barra brava “vendió” a otro el viernes porque quedaron afuera de la repartija por la reventa de entradas la policía, que suele ser cómplice de todo esto, les liberó la zona a los que fueron entregados ayer para que en esa zona puedan hacer lo que quieran buscando que el partido se suspenda. Otra es que las mismas fuerzas quisieron exponer al gobierno nacional ya que el problema fue en el área de traslado y la responsabilidad de eso es de la Policía de la Ciudad y no del club organizador. Y por último que el ataque fue en modo de protesta al G-20 o una advertencia de todo lo que va a ocurrir en Buenos Aires la semana entrante.


Sea cual fuere el motivo, lo cierto es que ayer la seguridad liberó la zona y fue cómplice de lo que ocurrió. A los que no van al Monumental sea porque son hinchas de otro equipo o porque no tienen la posibilidad de comprar una entrada cada vez que River juega de local le podrán vender cualquier cosa, pero a los que van siempre no.


Por: Matías Muñoz
@MatiSeba93

No hay comentarios:

Publicar un comentario